COSAS QUE PASAN

19/7/13

Un instante

Ante la ceremonia de la confusión, es menester la quietud, el silencio. Si reaccionamos ante los aconteceres, nos sobrevendrán más aconteceres del mismo orden.
Ante lo que pasa hoy, solo nuestra mirada que mira, que no juzga, ni valora, ni vomita rencor, podrá ser vía fecunda.
Para mirar mirando, pongámonos en el momento presente, atentos solo a lo que miramos, sin hacer nada, sin desplegar pensamiento alguno, sin buscar en nuestro mirar nada, ninguna expectativa.
Si consiguiéramos algo así, si pudiésemos enlazarnos en esa actitud, aunque fuese solo un instante, habríamos dado un paso importante para disolver el malestar, la injusticia, el sufrimiento.
Las cosas acontecen. Cuando nos acontecen es, en parte,  porque les otorgamos peso, sentido, valoración.
Hay malestar, injusticia y sufrimiento cuando violentamos el transcurrir de la vida, cuando nuestro desear se impone sobre nosotros mismos y sobre los demás.
La mayor acción posible es la no acción, en el sentido pleno y total.

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