COSAS QUE PASAN

24/11/14

La capilaridad del poder vs. la libertad.

Ha sido Michael Foucault uno de los autores que más y mejor ha analizado el fenómeno de la eficacia del poder (de los poderes, diría el autor) en nuestro mundo moderno y tardo-moderno. Explicó, con enorme lucidez, como opera la práctica del poder en nuestro mundo actual, y cómo llega a su máximo rendimiento mediante la introyección de los discursos que hegemoniza el poder; de tal modo que ya no es menester obedecer a los "guardianes externos", sino que éstos se encuentran instalados en el seno de nuestro propio interior. El resultado de todo ello deviene en prácticas acordes con lo establecido, manteniendo y reproduciendo los ejes materiales y simbólicos del mundo social, cultural y económico impuestos.

Ahora bien, ¿es posible salir del panóptico de Bentahm, que tan bien expresa el control del poder?

Si hubiera tenido que contestar a esta pregunta hace unos pocos años, habría dicho que no. En estos momentos, tengo la certeza plena de que sí es posible. 

Hace ya bastantes años, en una entrevista al sociólogo francés Alain Touraine, le preguntaron si era posible salir de lo social, ante lo que contesto que no solo era posible, sino que era muy recomendable. La respuesta me atrajo, me generó gran interés, pero no pude dotarla de suficiente sentido y menos aún de hacerla real. Ahora ese comentario tienen una lectura y un significado mucho más profundo y certero para mí. Es más, posiblemente tienen otro significado y otro sentido al que vislumbré entonces.

Ahora sé que podemos salir del universo simbólico hegemónico en el que estamos, así como del ámbito de lo social. Para ello, es necesario cambiar nuestro mapa mental, y enlazar con otro modo de conocer y percibir la realidad, de percibir a los otros y de percibirnos a nosotros mismos. Y cuando eso ocurre, sí es posible enlazar con espacios de libertad desconocidos.