COSAS QUE PASAN

10/11/13

El relato como bálsamo y generador de realidad

Encontrar explicaciones y dotar de sentido, siempre tiene un efecto balsámico y tranquilizador en el ser humano, más allá de que sea plausible o no, de que sea veraz o erróneo.
Es uno de los elementos que acompañan al ser humano en su andadura por este mundo. Es una seña de identidad anclada en sus códigos de información, tanto genéticos como culturales.
Esto es algo que podemos constatar todos en el momento presente. Miremos a nuestro alrededor o simplemente mirémonos a nosotros mismos, y comprobemos qué es lo que más ansiedad genera. Podemos comprobar fácilmente que es la incertidumbre y la ausencia de respuestas sobre nuestros aconteceres presentes y futuros, sean del orden que sean. 
Se podrá decir que esto obedece a que nos encontramos en el momento que nos encontramos, y en parte es así, pero más allá de nuestro momento coyuntural o estructural, sea personal o colectivo, la falta de explicación provoca inseguridad y desazón, es decir, miedo; sentimos que no pisamos terreno firme, que el suelo se resquebraja bajo nuestros piés, incluso que no hay suelo sobre el que soportarnos y apoyarnos.
¿Cómo lo solventamos a veces cuando las explicaciones plausibles no llegan de las instancias ante las que hemos depositado tradicionalmente la capacidad y la legitimidad para que nos las aporten? De cualquier modo, antes que seguir instalados en la incertidumbre, en la no respuesta-explicación. Para ello, para salir de ese estado de inseguridad que nos crea, construimos respuestas propias o nos aferramos a las de otros, donde la creencia es protagonista en detrimento del conocimiento y de la verosimilitud. Es la huida hacia delante.
¿Cómo hacemos para dotar de explicación-respuesta y de sentido a lo que aún no lo tiene, o tal vez no pueda llegar a tenerlo? Mediante la construcción de relatos, que generan sentido, explicación y, en definitiva, dan respuesta a lo que aún no encontramos o no lo tiene.
Quiero aclarar que para mí no se trata de que sea bueno malo, se trata de una constatación sobre nuestro modo de proceder.
Pero, solo quiero detenerme ahora en un hecho realmente paradójico de lo que planteo aquí. Esta construcción de relatos que generan y nos generan sentido, que dan respuesta y nos dan respuesta, más allá de que sean plausibles o no, el hecho real, tangible y concreto es que generan realidad real, pueden comprobarlo personalmente.
Las conclusiones de este hecho aparentemente sorprendente están servidas.



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