COSAS QUE PASAN

17/8/13

Plano descompuesto

El plano está descompuesto, roto en mil pedazos. Hay que unir los distintos fragmentos para conocer su contenido. Cuesta mucho trabajo y esfuerzo y no sé si será posible conseguirlo. Tampoco sé si una vez conseguido podamos ver con cierta calidad, ya que las suturas dejarán una huella que incidirá en el resultado final. Tal vez lo que se ofrezca ante nuestros ojos, el plano recompuesto, se trate de otro plano distinto, muy parecido pero distinto. Tal vez no sea necesario reconstruir el plano porque no tenga sentido. Tal vez sea imposible hacerlo, bien porque se hayan perdido algunos elementos, bien porque se hayan deteriorado en exceso.
Mientras pensamos en todas estas posibilidades, y muchas otras que van surgiendo, seguimos con el plano descompuesto, atrapados por la mirada fija en él, puede que aterrorizados por lo que vemos. Pero seguimos sin hacer nada, ni siquiera sin hacer no hacer nada. Estamos en la maraña de las posibilidades múltiples, tal vez infinitas, que nos enredan, que nos enredamos en ellas. Es preciso, ante semejante situación encontrar la salida, tal vez un arabesco colateral, no sé.
De repente, sin saber cómo, se ha producido el milagro. En un momento inesperado, cuando la fatiga hacia presa en nuestro cuerpo y nuestro ánimo, en un momento de quietud, el plano se ha recompuesto sólo, sin hacer nada, apareciendo con total claridad las imágenes, sin rasgos de suturas ni de que anteriormente hubiera estado roto. 
Es posible, no lo sé, ni seguramente nunca lo sabremos, que el plano nunca haya estado partido, descompuesto en fragmentos. De cualquier forma, sea lo que sea, ahora podemos verlo en todo su esplendor, o al menos eso creemos ahora. Puede que el plano no se haya recompuesto, tal vez simplemente se trate de otro plano completamente distinto al anterior. No sé ni creo que lo podamos saber nunca. Todo pertenece a un juego de espejos que se proyecta hacia el infinito, o, tal vez, no haya ningún espejo sino sólo una imagen fija que la vemos distinta desde nuestro interior.

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